Infiltrator (1986) es un juego de acción y aventura desarrollado por Chris Gray para el popular ordenador ZX Spectrum. Lanzado en el año 1986, este juego fue uno de los primeros en incorporar elementos de sigilo en su jugabilidad, lo que lo convirtió en un título innovador y único en su época.
El juego se desarrolla en un futuro distópico en el que el jugador toma el papel de un agente secreto que debe infiltrarse en una base enemiga para completar una misión. A lo largo de la historia, el jugador se encontrará con diferentes obstáculos y enemigos que deberá superar utilizando su ingenio y habilidades.
El juego comienza con una breve introducción en la que se explica la situación actual del mundo y la importancia de la misión del jugador. A continuación, se presenta un mapa en el que el jugador puede seleccionar la zona que desea infiltrar. Cada zona tiene un nivel de dificultad diferente y presenta diferentes desafíos, lo que hace que el juego sea muy rejugable.
Una vez que el jugador selecciona una zona, se le presenta un escenario en el que debe utilizar su sigilo y habilidades para infiltrarse en la base enemiga. El juego se desarrolla en una vista de perspectiva isométrica, lo que permite una mejor visualización del entorno y de los enemigos que se encuentran en él.
El jugador cuenta con un arsenal de armas y herramientas que puede utilizar para completar su misión. Sin embargo, debe tener cuidado ya que el uso excesivo de armas puede alertar a los enemigos y hacer que la misión sea más difícil de completar. Por lo tanto, el jugador debe ser estratégico en su enfoque y utilizar sus armas y herramientas con precaución.
Una de las características más destacadas de Infiltrator es su sistema de sigilo. El jugador debe moverse con cautela, evitando ser detectado por los enemigos y utilizando su ingenio para superar los obstáculos. Además, el jugador también puede disfrazarse para pasar desapercibido y utilizar objetos del entorno para distraer a los enemigos.
El juego también presenta una mecánica de puntuación, en la que el jugador recibe puntos por completar objetivos y por eliminar a los enemigos de manera sigilosa. Esto agrega un elemento de competencia al juego y lo hace aún más emocionante.
En cuanto a los gráficos, Infiltrator no decepciona. Aunque los gráficos en 8 bits pueden parecer primitivos en comparación con los juegos modernos, en su época eran impresionantes y añaden un encanto retro al juego. Los detalles en los escenarios y en los personajes son bastante buenos y permiten una inmersión en el juego.
En conclusión, Infiltrator (1986) es un juego innovador y emocionante que marcó un antes y un después en el género de acción y aventura. Su sistema de sigilo, su jugabilidad desafiante y su encanto retro lo convierten en un título imprescindible para los amantes de los videojuegos clásicos. Si eres fan de los juegos de espías y de la época dorada de los videojuegos, definitivamente deberías probar Infiltrator. ¡Prepárate para infiltrarte en una emocionante aventura!
