La historia detrás de Ishidō
El juego se basa en un antiguo juego de mesa japonés llamado Go, en el que dos jugadores deben colocar piedras en un tablero para tratar de capturar las del oponente. Ishidō toma esta premisa y la lleva a un nivel más complejo y desafiante.
Gameplay
En Ishidō, el jugador asume el papel de un maestro de artes marciales que debe atravesar diferentes escenarios para llegar al Castillo del Dragón. Cada escenario está compuesto por un tablero de piedras y el objetivo es capturar todas las piedras del oponente para avanzar al siguiente nivel.
El tablero y las piedras
El tablero de Ishidō está formado por un patrón de cuadrícula de 5×5, con algunas casillas ocupadas por piedras al inicio del juego. El jugador controla las piedras blancas y el oponente las negras. Las piedras pueden ser colocadas en cualquier casilla vacía del tablero, pero solo se pueden mover en línea recta y solo pueden capturar a una piedra del oponente si la rodean por completo.
El desafío de Ishidō
A medida que se avanza en el juego, los escenarios se vuelven más complicados, con más piedras y obstáculos en el tablero. Además, el oponente también se vuelve más astuto y utiliza diferentes estrategias para intentar capturar las piedras del jugador. Esto hace que Ishidō sea un juego altamente desafiante y adictivo, ya que cada nivel requiere una estrategia diferente para ser superado.
Gráficos y sonido
Aunque los gráficos de Ishidō son simples y en blanco y negro, son lo suficientemente detallados para representar las piedras y el tablero de manera clara. Además, el juego cuenta con una música de fondo relajante que ayuda a crear una atmósfera zen mientras se juega.
Conclusión
En resumen, Ishidō es un juego único y desafiante que combina elementos de estrategia y puzzles de manera brillante. Aunque no es tan conocido como otros títulos de la consola Lynx, merece ser recordado por su originalidad y su adictivo gameplay. Si eres fan de los juegos de estrategia o simplemente buscas un juego diferente para probar, definitivamente deberías darle una oportunidad a Ishidō.